
(Un día cualquiera el tenedor y la cuchara estaban dormidos tranquilamente cuando de repente se abrió el cajón y vieron como una gran mano se acercaba hacia ellos).
TENEDOR:(Sobresaltado). Cuchara, creo que ha llegado la hora de despertarse.
CUCHARA:(Somnolienta). No puede ser tengo mucho sueño.
TENEDOR: no seas perezosa y prepárate para el desayuno.
CUCHARA:(Bostezando). No me gusta que me metan en el bote de la mermelada me quedo muy pegajosa.
TENEDOR:(Mientras se le hacia la boca agua). No te quejes ya me gustaría a mí con lo goloso que yo soy.
CUCHARA: ¿no me dirás que te gustaría que te metieran en el café y en el colacao caliente?
TENEDOR: pues la verdad eso no me gustaría tanto.
CUCHARA:(Suspirando). A mí lo que más me gusta son las duchas calentitas en el lavavajillas, aunque a veces el jabón se me mete en los ojos y me hace llorar.
TENEDOR: si, tienes razón a mí también me gustan mucho.
CUCHARA:(Despierta y decidida). Bueno deja de hablar y vamos a cumplir nuestra misión en el desayuno.
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