domingo, 13 de febrero de 2011

EL BURRO ENCANTADO

Había una vez en una aldea un hombre llamado Juan al que precisamente no le sobraba el dinero pero un día vio a un pobre burro al que su dueño lo trataba muy mal porque decía que era un burro inútil y que no servía para nada.
El dueño al ver como Juan miraba al animal le dijo que si lo quería se lo regalaba. El hombre dudó un poco al principió, pero optó por quedárselo. Al poco rato de tenerlo, lo metió en un establo y estuvo allí un rato mientras pensaba un nombre para el burro. Por más que pensaba, ningún nombre le parecía apropiado para el animal. Después de un rato pensando dijo: ¡Te llamaré Farruquito!
Al momento de decir el nombre de Farruquito el burro escupió por la boca, monedas de plata.

Juan al descubrir que su burro estaba encantado se puso muy contento, y corrió al mercado a comprar comida para darse un gran banquete. Con tanta emoción se puso a comprar y se le acabó el dinero, pero eso no le supuso un gran problema, porque fue al establo, dijo el nombre del burro y problema resuelto.
Al cabo de unas semanas, el señor que le regaló el burro empezó a sospechar algo, ya que Juan antes no tenía casi para comer y ahora iba muy bien vestido y todos los días estaba en el mercado para comprar manjares que no estaban al alcance de cualquier persona normal.

Por eso un día siguió a Juan hasta el establo donde se encontraba el burro y cuando le oyó decir el nombre del animal y al momento vio salir monedas de plata de la boca del burro se quedó maravillado.
Esa misma noche, el antiguo amo del burro, se coló en el establo para cambiar el burro encantado por otro parecido.
A la mañana siguiente, cuando Juan se despertó, fue al establo y dijo el nombre de Farruquito para recibir dinero del burro como todas las mañanas, pero por sorpresa, en vez de salir monedas de plata de la boca del burro salieron monedas de oro y es que este nuevo burro era mas valioso que el anterior, pero el antiguo dueño nunca lo descubrió.

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