miércoles, 6 de abril de 2011

EL ALCE Y EL ZORRO

Un día en el campo se encontraron un alce y un zorro que estaban un poco enfadados con sus patas. El zorro porque al tener las patas tan pequeñas no imponía nada y entonces los perros le perseguían cuando iba a robar gallinas. El alce estaba enfadado porque con sus enormes patas cuando andaba por el bosque iba chocando su cornamenta con las ramas de los árboles.

Entonces, llegaron a un acuerdo: se cambiarían las patas. Así pensaron que solucionarían sus problemas: al zorro ya no le perseguirían al robar gallinas, porque con sus nuevas patas impondría más y el alce ya no se chocaría con las ramas bajas, porque con sus nuevas patas iría más bajo.

Los dos estaban muy contentos, pero el problema vino luego.
Cuando el zorro intentaba robar gallinas hacía demasiado ruido con las pezuñas y no solo despertaba a los perros si no que también al granjero. Y el alce, cuando quería comer las hojas de los árboles no llegaba porque sus nuevas patas no le permitían llegar. Entonces, se volvieron a juntar y a cambiar las patas y prometieron no volver a quejarse nunca más.

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