lunes, 3 de mayo de 2010

TRADICIONES DE CASTILLA Y LEÓN

GASTRONOMÍA
EL CHULETON DE ÁVILA

Ingredientes:
Chuletón de ternera de 600grs
2dl de aceite
Sal gorda
Patatas, lechuga y flor de tomillo
Elaboración:
Cortar el chuletón de palo, perfumar con flor de tomillo y aceite y macerar 5 minutos
Marear el chuletón en la parilla dejando jugoso en su interior
En aceite caliente freír las patatas cortadas rectangulares
Presentar entera o cortada sobre su palo, espolvorear con sal gorda y servir con ensalada y las patatas fritas
Nota: la sal gorda evita que pierda su jugo durante la elaboración.

JUEGOS POPULARES
LA CALVA

Fueron, probablemente, los pastores quienes, colocaban el asta de una res o macho cabrío en el suelo y le lanzaban piedras desde una distancia convenida para tocarla. Extendida en buena parte de Castilla y León, sobre todo, en Salamanca, Ávila, Zamora y Valladolid, actualmente, el jugador lanza sobre la calva (objeto de madera usado como blanco), un cilindro metálico, el marro. Se debe impactar el mayor número de veces en la calva. También varia en Palencia y Zamora donde utilizan como blanco el cuerno de un animal y, como proyectil, una piedra.

FIESTAS TÍPICAS
CARNAVALES DE NAVALOSA

La localidad abulense de Navalosa protagoniza uno de los carnavales más llamativos y atípicos de la provincia. Los horripilantes cucurrumachos, son los personajes que han centrado los actos del Domingo Gordo. Aunque los preparativos comenzaron a primera hora de la tarde en las casas y garajes de los vecinos que se iban a vestir de cucurrumachos, fue a primera hora de la tarde cuando estos personajes se adueñaron de las calles de esta pequeña localidad de apenas 500 habitantes.
Su pavoroso aspecto y el ensordecedor sonido de los cencerros que portaban, marcaron el desarrollo de una tradición ancestral que entronca con los ritos de exaltación ganadera y la cultura celta. Es un espectáculo atípico, pintoresco y desconocido en buena parte de la provincia, lo que favorece su autenticidad, alejado de otros carnavales masificados. Frente al bullicio predominante en otros lares, los carnavales de Navalosa apuestan por la sobriedad y el tipismo.
Los disfraces de los cucurrumachos se componen de cornamentas y pelambreras hechas con crines y colas de caballo con las que cubren sus cabezas. Para el resto del cuerpo utilizan las tradicionales mantas a rayas de la comarca, que se ciñeron a la cintura con un improvisado cinturón al que ataron los cencerros.

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